Han pasado meses desde la última vez que escribimos aquí, y en ese tiempo FeelGod no ha parado de transformarse...
Abrimos nuestro primer showroom en San Felipe. Y esto es muy irreal para nosotros, porque antes de tener la marca, San Felipe ya era uno de nuestros barrios favoritos en Bogotá para la creatividad, el arte y el parche. Íbamos a eventos allá soñando con que algún día estaríamos presentes con nuestra propia marca. Hoy es un sueño cumplido: un showroom abierto de martes a domingo, con feria de tres días cada mes, donde la gente ya se siente más a gusto y puede ver nuestra evolución.
Con el showroom listo, llegó también nuestro primer lanzamiento oficial en físico. Lo dividimos en cuatro salas:
-
El Taller como Obra , donde mostramos el corazón del proceso.
-
La sala principal , con la nueva colección.
-
Adentro , un espacio pequeño para adentrarse a la gente en nuestra cabeza, en la locura creativa que nos mueve.
-
Y el patio, convertido en fiesta: psytrance, cocteles, comida, baile y pura energía.
Ese día fue especial porque las prendas de la nueva colección se agotaron. La chaqueta de cuerina, en particular, fue la más pedida: se convirtió en un sold out inmediato y tuvimos que hacer restock. Una pieza que conectó y ustedes adoptaron como favorita de esta colección.
En medio de tanta luz también llegó la sombra... Perdimos a alguien muy importante para este proyecto. Una persona sin la cual, tal vez FeelGod existiría, pero no con la calidad que hoy tiene. Ese golpe nos partió, porque llegó justo un día después del lanzamiento. Pero también nos recordamos por qué hacemos esto: porque la vida es frágil, y lo único que queda es lo que dejamos en el mundo con nuestra obra, con nuestra ropa, con nuestro arte.
Hoy Genoma ya está en las calles.
Una colección que nace del ADN, de la raíz, de lo que nos hace únicos.
No busca identidad afuera, sino adentro.
Cada prenda transmite un código irrepetible.
Un recordatorio de que uno es uno entre millones, y que cada historia cuenta.
FeelGod sigue creciendo. Cada vez son más los retos, los sueños cumplidos, las prendas en las calles, los parches y los mensajes. Pero en esencia seguimos siendo los mismos pelaos que arrancaron con hambre de comer la escena, siempre con honestidad, riesgo e intuición.
Gracias a quienes han estado desde el principio ya quienes llegan ahora. El futuro de esta marca se escribe en cada prenda, en cada parche, en cada persona que conecta con nuestra filosofía.
Esto no termina. Esto apenas comienza. Y sigue para adelante.
Confíen en nosotros, así como nosotros confiamos en ustedes.
Los queremos.